La Sierra Nevada de Santa Marta es una montaña única con forma de pirámide que se encuentra en el extremo norte de los Andes, en el norte de Colombia. La cima de la montaña se encuentra a unos 5.000 metros de altitud. En su base, a las orillas del Caribe, una densa selva tropical reviste las bajas llanuras. A medida que la montaña va tomando altura, la selva se va transformando en una sabana abierta y en bosques nubosos.
En sus laderas viven cuatro pueblos indígenas diferentes, pero emparentados entre sí: los arhuacos (pueblo de Calixto Suárez), los wiwas, los kogis y los kankuamos. Juntos, suman más de 30.000 personas. «Necesitamos que el mundo entienda y reconozca nuestro espacio. Así convivimos con la tierra, porque sabemos que ahí está la vida «
El Pueblo Aruhaco a través de los Mamos siente gran dolor al ver saqueados o explotados los sitios sagrados y montañas donde nacen y están las energías activas.
“Nos duele ver como muere la montaña donde se está garantizando la vida para las nuevas generaciones, no solo las nuestras sino las del planeta”.
La gestión de la recuperación de tierras se hace de distintas maneras. “Tenemos el recurso del Estado de Colombia que nos llega, y 75% es para la compra de tierras. Como es poco dinero, comercializamos los productos que tenemos ahí, el café, la caña de azúcar, maíz, cacao y otros más. También vendemos las mochilas que hacen las mujeres. De esta manera tenemos las dos energías ayudando: la energía femenina, con las mochilas y la energía masculina, con el café. Y también tenemos la ayuda de personas voluntarias de la comunidad internacional.”
“Como pueblos indígenas, nuestro compromiso y responsabilidad, es cuidar de los humanos y del mundo.”
En el territorio ancestral de la sierra, tradicionalmente teníamos dos espacios distintos: en la parte alta donde están las nieves y las lagunas, se hacían ejercicios ceremoniales y se trabajaban ciertos sitios sagrados (puntos energéticos), y en la parte baja normalmente se vivía y cultivaba.
Con toda la ocupación de este territorio a lo largo de los tiempos por el mundo occidental, nos ha tocado subir a la parte alta de la sierra y vivir ahí. Nosotros consideramos que esta situación ha desequilibrado a nuestras comunidades. Por esta razón estamos buscando manera de recuperar las tierras de la parte baja de la sierra.
“Llevo muchos años gestionando la recuperación de tierras por Europa. Hablando de la importancia de las tierras a nivel energético y para cultivar, para auto-abastecer la comunidad”.
Con la ayuda de las personas de Europa, compramos 1000ha de tierra y recuperamos sitios primordiales para seguir haciendo nuestros ejercicios y fortalecer nuestros principios. Llevamos casi 14 años, y hemos logrado muchas cosas. Eso es lo importante, y agradecemos.
Actualmente paso mucho tiempo viajando, conociendo diferentes culturas del mundo, tradiciones y estados. Siempre en forma de investigación: ver, sentir la fuerza invisible de los lugares sagrados del planeta, porque hay en todo lado, y me he dedicado a hacer un intercambio de energía con esos lugares. Y así mismo, he viajado dando charlas, conferencias a todas las personas: niños, adolescentes, adultos, asociaciones, fundaciones, instituciones, en otras culturas religiones, políticas y maestros espirituales.
Calixto Suárez en Sagunto y Valencia 